En situaciones donde hay crisis, desabastecimiento, inseguridad,
ilegalidades a granel y arbitrariedades, cualquier gobierno democrático,
y con un mínimo de sensatez, buscaría soluciones, escucharía consejos,
aceptaría recomendaciones, entre otros aspectos. No ocurre así. El
gobierno ilegal, ilegítimo y ahora inconstitucional de la revolución
chavomadurista actúa absurdamente. Disidentes y opositores hacen la
pregunta: ¿qué buscan? Tenemos que orientarnos sin caer en supuestas
“invitaciones al caos, la anomia y la violencia”. Acostumbrados como han
estado en estos 17 años a hacer y deshacer sin tener ningún tipo de
contención, enseñados por su difunto jefe a actuar “medalaganariamente”,
se encuentran ahora con una Asamblea Nacional opositora, a la que no
logran someter ni controlar. Me enseñaron, en mis lejanos años de
comunista, que una tarea impostergable en la lucha política de los
revolucionarios es lo que se llamaba “la caracterización del enemigo”.
En vista de que, para los comunistas, no hay adversarios, sino enemigos,
es obligante conocerlos y saber de qué manera enfrentarlos. Desde
nuestro sector, el de la oposición democrática, es tarea que también
debe hacerse. Uno de los errores atribuibles a la oposición democrática:
puesto que no los “han caracterizado”, no los conocen. Algunos son
demócratas, los menos. La gran mayoría de esos revolucionarios tiene
formación y actuación autoritaria; lo justifican ideológicamente, ya
que, “enfrentan enemigos de clase”. Mis contradictorios lectores saben,
al menos algunos de ellos, a lo que me refiero. En mi opinión, lo que
buscan es aniquilar la democracia. O lo que queda de ella. El Libertador
dijo con tristeza, refiriéndose a Venezuela que “era un cuartel”. Con
satisfacción expreso que, gracias a Dios, 200 años después, ya no es así
(quiero creerlo). Todavía hay gente que quiere resolver los problemas
por la vía del golpe militar; son los menos. Hay una lucha sostenida de
demócratas y civilistas para manejar nuestros problemas en el marco de
la constitución, la legalidad, la legitimidad y la civiltá. Lo contrario
quieren quienes convocan al caos, la violencia y la ilegalidad.
Entender lo que necesitamos democráticamente es fundamental. Mueren de
miedo quienes han delinquido por tantos años. De allí los estertores que
sufre la revolución.
Gloria Cuenca
@EditorialGloria
Gloria Cuenca
@EditorialGloria
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